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Claves sobre las letales explosiones de bípers dirigidas contra Hezbollah

En lo que parecía un ataque remoto y sofisticado, bípers utilizados por cientos de miembros de Hezbollah explotaron casi a la vez en Líbano y Siria el martes, mataron al menos a doce personas —incluidos dos niños — e hirieron a miles más.
Un funcionario estadounidense dijo que Israel había informado el martes a Estados Unidos sobre la operación, en la que se habían detonado pequeñas cantidades de explosivos colocadas en secreto en los bípers, una vez hubo concluido. La persona habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a comentar la información de forma pública.
La milicia con apoyo iraní culpó a Israel por las explosiones mortales, que afectaron a un número extraordinario de personas y parecían apuntar a una operación planeada durante mucho tiempo. Se conocían pocos detalles sobre cómo se ejecutó el ataque, y los investigadores no indicaron en un primer momento cómo se habían detonado los dispositivos. El ejército israelí ha declinado hacer comentarios.
A continuación, lo que sabemos hasta ahora:
El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, había advertido a los miembros del grupo que no llevaran celulares, con el argumento de que Israel podría utilizarlos para rastrear los movimientos del grupo. Como resultado, la organización utiliza dispositivos buscapersonas para comunicarse.
Un miembro de Hezbollah dijo a The Associated Press que los dispositivos que explotaron eran de una nueva marca que el grupo no había utilizado antes. La persona, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a hablar con la prensa, no identificó la marca ni el proveedor.
La compañía taiwanesa Gold Apollo dijo el miércoles que había autorizado el uso de su marca en el modelo de bíper AR-924 y una compañía con sede en Budapest llamada BAC había fabricado y vendido los dispositivos. En un primer momento no había más información disponible sobre BAC.
Nicholas Reese, instructor adjunto del Centro de Asuntos Globales en la Facultad de Estudios Profesionales de la Universidad de Nueva York, explicó que los smartphones conllevan un riesgo mayor de que las comunicaciones sean interceptadas que la tecnología más sencilla de los bípers.
Esta clase de ataque también obligará a Hezbollah a cambiar su estrategia de comunicación, dijo Reese, que en el pasado trabajó como agente de inteligencia, y es probable que los sobrevivientes de las explosiones del martes abandonen “no sólo sus buscas, sino sus celulares, y dejen sus tabletas o cualquier otro dispositivo electrónico”.
A pesar de que un funcionario estadounidense confirmó que se trataba de una operación planificada por Israel, han aparecido muchas teorías sobre cómo podría haberse ejecutado el ataque. Varios expertos que hablaron con The Associated Press explicaron que lo más probable era que las explosiones fueran el resultado de una interferencia en la cadena de suministro.
Podrían haberse incluido dispositivos explosivos muy pequeños dentro de los bípers antes de su entrega a Hezbollah, para después activarlos todos de forma simultánea a distancia, posiblemente con una señal de radio.
Para cuando se produjo el ataque, “probablemente la batería era mitad explosivo y mitad batería de verdad”, dijo Carlos Perez, director de inteligencia de seguridad en TrustedSec.
Un exoficial de manejo de explosivos del Ejército británico dijo que un dispositivo explosivo tiene cinco componentes principales: un recipiente, una batería, un dispositivo activador, un detonador y una carga explosiva.
“Un bíper ya tiene tres de esos”, explicó el exmilitar, que habló bajo condición de anonimato porque ahora trabaja como consultor con clientes en Oriente Medio. “Sólo necesitarías añadir el detonador y la carga”.
Después de que el martes aparecieran en medios sociales imágenes de una cámara de seguridad que supuestamente mostraban la explosión de uno de los bípers en la cadera de un hombre en un mercado libanés, dos expertos en munición se mostraron de acuerdo con los comentarios del funcionario estadounidense sobre que la detonación parecía deberse a un dispositivo explosivo muy pequeño.
“Viendo el video, el tamaño de la detonación es similar al causado sólo por un detonador eléctrico o uno que incorpora una carga extremadamente pequeña y muy explosiva”, dijo Sean Moorhouse, exoficial del Ejército británico y experto en desmantelamiento de dispositivos explosivos.
Esto apunta a la implicación de un actor estatal, dijo Moorhouse. La agencia israelí de inteligencia extranjera, el Mossad, es el sospechoso más evidente con los recursos para ejecutar esa clase de ataque, añadió.
N.R. Jenzen-Jones, experto en armas militares y director de la firma australiana Armament Research Services, señaló que Israel ha sido acusado de realizar operaciones similares en el pasado. El año pasado, AP reportó que Irán acusaba a Israel de intentar sabotear su programa de misiles balísticos con piezas extranjeras defectuosas que podrían explotar, dañar o destruir las armas antes de que se utilizaran.
Planificar un ataque de esta escala tomaría mucho tiempo. Los detalles exactos aún se desconocen, pero los expertos con los que habló AP dieron estimaciones de entre varios meses y dos años.
La sofisticación del ataque sugiere que el culpable llevaba mucho tiempo reuniendo información, explicó Reese. Un ataque de este calibre requiere establecer las relaciones necesarias para conseguir acceso físico a los bípers antes de su venta, desarrollar la tecnología que iría integrada en los dispositivos y desarrollar fuentes que pudieran confirmar que los objetivos llevaban los buscas.
Además, es probable que los bípers afectados parecieran normales para sus usuarios durante un tiempo antes del ataque. Elijah J. Magnier, un veterano analista de riesgo político afincado en Bruselas y con 37 años de experiencia en la región, dijo que había hablado con miembros de Hezbollah y sobrevivientes del ataque del martes. Los bípers se habían entregado más de seis meses antes, señaló.
“Los bípers funcionaron perfectamente durante seis meses”, dijo Magnier. Lo que provocó la explosión, dijo, parecía ser un mensaje de error enviado a todos los dispositivos.
Basándose en sus conversaciones con miembros de Hezbollah, Magnier también dijo que muchos buscas no estallaron, lo que había permitido al grupo inspeccionarlos. Llegaron a la conclusión de que se habían escondido o integrado en los circuitos entre 3 y 5 gramos de un material muy explosivo, señaló.
Jenzen-Jones también añadió que “una operación a tan gran escala también plantea cuestiones sobre precisión”, y recalcó el número de bajas y el enorme impacto reportado por ahora.
“¿Cómo puede el bando que inicia el explosivo estar seguro de que el hijo de un objetivo, por ejemplo, no está jugando con el bíper en el momento en el que se activa?”, preguntó.
Hezbollah emitió un comunicado confirmando que al menos dos de sus miembros habían muerto en las explosiones. Uno de ellos era el hijo de un parlamentario de Hezbollah, según el funcionario de la milicia que habló de forma anónima. El grupo emitió después un comunicado indicando que otros seis miembros habían muerto el martes, aunque no especificó cómo.
Entre los 12 muertos había trabajadores de salud y dos niños, según el Ministerio de Salud de Líbano.
“Consideramos al enemigo israelí totalmente responsable de esta agresión criminal que también tuvo como blanco a civiles”, dijo Hezbollah, añadiendo que Israel “con seguridad recibirá su justo castigo”.

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